Monday, April 23, 2007

De relaciones y dependencias.

Las relaciones en libertad, suponen el reconocimiento de la dignidad del otro. Se establecen entre personas que tienen un código moral simple: el respeto por la realidad del otro.

Para ellos el amor no supone vivir por o para otro, no es un sacrificio, no es un sentimiento irracional e inexplicable.

Al contrario, es racional y egoísta. La medida del valor del otro es la medida de su amor. No reconocen más amigos que aquellos que merecen serlo. No tienen reparo en manifestar la realidad de sus sentimientos.

Piensan que se menosprecian a ellos mismos y deprecian el valor de la amistad y el amor los que ven en estas relaciones el modo de obtener aceptación, compañía, posición, compasión, comprensión, protección,...

No están dispuestos a pagar el chantaje de los que viven de la aprobación ajena, necesitan sentir que todos son sus amigos y procuran obligarlos a la dependencia mutua que solo crea situaciones de dominio y sumisión. No reconocen estas pautas como propias por el hecho de vivir en sociedad.

En sus relaciones con los demás solo cambian “valor por valor”, no están dispuestos a sacrificar un valor mayor a cambio de uno menor, ni pretenden lo contrario.

Comparten su vida. Pero, no sienten la necesidad de depender de personas o cosas. Saben que nunca llegaran a poseer nada ni a nadie. Saben que depender de una cosa es la forma más sencilla de no tener nunca suficiente de ella.

Tener cosas en la vida es fantástico, necesitarlas una dependencia. Tener personas a las que amar es maravilloso, valorarlas por lo que son y agradecerles lo que suponen para nosotros día a día, pero querer poseerlas o controlarlas es una atadura, que solo proporciona sufrimiento.

“Nuestro sufrimiento, viene dado por la mente, que insiste en tener preferencias y en no consentir que los demás se manifiesten tal y como en realidad son “ decía Maslow .

Superar la necesidad de posesión es respetar que la otra persona, al igual que yo, tiene todo el derecho a encontrar su camino según sus propias directrices y sin someterse a otras opiniones. También implica tener la suficiente confianza en sí mismo para no sentirse inutilizado si nos rechazan.

Reconocer en si mismo un valor intrínseco como persona que no depende de avatares externos y es ajeno a cualquier logro. No confundir el propio valor con el valor que los demás dan a su persona.

Eso es amor incondicional, que no siente la necesidad de cambiar el modo de ser del otro para poder amarlo. No hay en la relación uno que tenga la razón y otro que esté equivocado.

Supone un amor tan intenso que los deseos de uno y las necesidades del otro están en segundo plano, y lo que se ama profundamente es la realidad de la pareja.

Así, se aman intensamente, pero sabiendo que no se poseen en ningún sentido. Cada uno tiene su propio camino, y el hecho de vivir en pareja, casados o no, es solo una parte de ese camino. Se sienten afortunados y agradecidos de compartir gran parte de la vida. Pero permitiendo que la otra persona sea ella misma, aunque no responda a sus deseos, aunque sea diametralmente opuesta en algunos aspectos. Saben que no tienen porque gustarse y entenderse todo el tiempo. No tienen que compartirlo todo.

Esta independencia en la pareja no significa despreocupación, desinterés, desidia. Al contrario es tanta la preocupación por la felicidad del otro que aceptas que debe vivir su vida, paralela a la tuya o no; tomar sus decisiones coincidiendo con tus preferencias o no; hacerte participe de la cotidianidad de su vida o mantenerte al margen de ella. Tu podrás aconsejar, ayudar, compartir, respetar y aceptar, pero nunca imponer tus deseos, tu voluntad.

Dentro de la pareja cada uno se posee así mismo. El otro no es una persona que sirve de apoyo, sino una persona que hace innecesario el apoyo.

De manera que las parejas, que como tal, viven en su libertad constituyen una asociación entre dos personas que se quieren tanto que ninguno de los dos querría que el otro fuese algo que no haya escogido por sí mismo.

El amor para ellos no lleva implícita la imposición en el otro de los propios valores.

La libre elección inspira amor e independencia.

Supone el respeto a la intimidad del otro mas que la exigencia de compartirlo todo.

No genera manipulaciones sutiles por medio de la culpa, las obligaciones o las amenazas.

Al contrario, facilita la posibilidad de auto realizarse, de plenitud, de felicidad. Reconoce el deseo individual de intimidad. Tú eres único y privado.

La clave de una relación libre de ataduras está en el mínimo de fusión y el máximo de autonomía e independencia. Dejar a un lado el papel de victima culpable y vulnerable que otorga la dependencia y simplemente ofrecer amor al otro.


Y ahora .... ya sabes porque es tan difícil vivir libremente emparejados, y ... ya tienes pie para volver a llamarme MAJADERA.

Tuesday, April 17, 2007

Pensamientos varios

La vida es lo que le ocurre a uno mientras hace otros planes.

Cuando juzgas a una persona, no la estás definiendo a ella sino a tí mismo.

Toda relación, a pesar de lo perjuducial que pueda parecer, tiene algo que enseñarnos.
Todo aquello con que nos enfrentamos o de lo cual nos lamentamos sólo sirve para hacernos más debiles y ocultarnos la posibilidad de ver una oportunidad en el obstáculo.

No debemos permitir que las acciones de los otros controlen nuestros pensamientos y nuestra vida, cuando contamos con la capacidad de procesar mentalmente nuestro mundo.

Consideramos que somos un envoltorio cuyo contenido carece de importancia. Pero vivimos en nuestro interior, nuestra humanidad reside dentro de nosotros, y sin embargo pasamos mucho tiempo buscando respuestas fuera, buscando la solución a nuestros problemas fuera de nosotros mismos, porque somos incapaces de iluminar nuestro interior con pensamientos.

Concentrate cada día en tus pensamientos en vez de hacerlo en tu comportamiento. Es tu pensamiento el que crea tus sentimientos y en último término también tus acciones.

Elimina la preocupación sobre el tiempo.El ahora es la unidad de trabajo.

Cada obstáculo es una oportunidad.

Las reacciones en la vida vienen determinadas por nuestros pensamientos. Tus reacciones son la esencia de lo que constituye la calidad de tu vida.

Olvidate de pretender que los demás sean como tú, empieza a disfrutar de la singularidad en la variedad de cada uno de los que formamos esta gloriosa y única canción que es la vida.

Si nuestra mentalidad se basa en la escasez, evaluamos la vida en términos de lo que nos falta.

Nuestra capacidad para disfrutar de la vida procede de nuestra manera de procesarla, y no de la influencia de factores externos. Nada exterior tiene capacidad de crear felicidad o plenitud en nosotros.

Nadie puede adueñarse de nuestro pensamiento. Es el rincón de libertad que conservamos siempre.

Todo se halla en proceso de transformación, en transición. Todo va dando vueltas, aterrizando en nuestras manos para que disfrutemos de ello unos momentos y luego vuelve a circular. Una vez que interiorizamos la imposibilidad de poseer nada, irónicamente la misma idea nos concede la libertad de poseer lo que deseamos, sin necesidad de depender de ello.

Los pocos momentos de libertad que he gozado me colmaron de tanta felicidad y los viví tan intensamente que no he podido por menos que fijar toda mi atención en ellos, en vez de compadecerme por lo que me ha faltado.

¿Por que las personas se pasan la vida haciendo cosas que le desagradan?

Si estas en contra de algo, te conviertes en parte del problema. En lugar de esto, intenta estar a favor de la idea contraria. Todo por lo que estes en contra te perjudica. Todo por lo que estes a favor te beneficia.

La escasez es un conjunto de creencias y acciones que sobrevalora lo que nos falta y no lo que poseemos.

La mayoria de las veces los problemas en una relación surgen porque cada uno de los involucrados sólo piensa en lo que le falta al otro.

Comprometete a hacer lo que amas y a amar lo que haces.

Intenta apretar el agua con las manos y te daras cuenta lo rápido que desaparece de tu vista. Dejala correr entre tus manos y disfrutaras de ella tanto como gustes.

Las personas no cambiaran su forma de ser, a pesar de la opinión que yo pueda tener sobre ellas.

La persona que no desea convertir a los demas en su propia imagen ni convencerlos de que están equivocados, cuentan con armas mucho más poderosas que el resto de las personas para edificar un comportamiento basado en el amor.

Nunca estarás ligado emocional o espiritualmente a las decisiones que los demás tomen en el curso de sus vidas. Deben vivir sus vidas y tu no puedes hacerlo por ellos.

Nuestro sufrimiento, viene dado por la mente, que insiste en tener preferencias y en no consentir que los demás se manifiesten tal y como en realidad son.

No te reporta ningun beneficio el deseo o la necesidad de poseer a otra persona o la sensación de inutilidad, impotencia y dolor al comprobar que esa persona no forma parte de tu vida de la manera que deseabas. Estas son las relaciones por las que les otorgas el poder y el control de tu propio ser a otra persona y a cambio solo recibes sufrimiento.

El Universo es sencillamente tal y como debe de ser y funciona según los principios definidos, pero sin tener en cuenta la opinión que tengamos sobre él.

Vencer es solo cuestión de un juicio.

LLeva tu vida por la senda que has elegido y sigue la marcha que se ajusta a tu modo de ser, pero no esperes que los demás te sigan.

La mejor forma para ganar consiste en no necesitar hacerlo.

Las dificultades son meros obstáculos sobre los que tenemos capacidad de decisión.

Todo lo que ha sucedido tenía que ocurrir; todo lo que tiene que ocurrir no puede ser detenido.

Juzgar a las personas que supuestamente te han producido daño, es otorgarle el pleno control de tu vida. La autentica libertad esta basada en el amor por uno mismo y no en el desprecio por los demás.

La venganza es la puesta en escena de los pensamientos que pretenden acusar a los demás de nuestros actos.

Somos protagonistas de nuestras propias vidas y extras de un drama superior. Jung


No hay nada bueno o malo solo lo que el pensamiento califica como tal. Shakespeare.

Los grandes espiritus siempre se han tropezado con mentes mediocres. Albert Einstein.