Tuesday, October 05, 2010


La ciudad vieja de Jerusalén parece encerrar entre sus muros, el corazón cansado de la humanidad, dividido por el dolor de las interpretaciones que los hombres dan al Amor.

El muro de las Lamentaciones, sinagoga sin techo por excelencia del pueblo judío; sobre él, la mezquita de Al-Aqsa, lugar santo de los musulmanes, y sobre ella la cúpula dorada de la Roca. Roca donde Abraham, padre de árabes y judíos, estuvo a punto de sacrificar a su hijo Ismael; más allá en la iglesia del Santo Sepulcro, católicos, ortodoxos griegos, armenios, sirios, etíopes y coptos se reparten el lugar más sagrado para los cristianos: Il buco della Crocce, donde dos familias musulmanas, desde la época de Saladino, custodian y guardan las llaves del Santo Templo... por si acaso!