Wednesday, September 22, 2010


Es verdad que las cosas, la mayoría de las veces, no son como parecen. Lo que creemos con la mayor obstinación puede no ser cierto, lo que pensamos puede estar equivocado y lo que percibimos de cuanto nos rodea puede estar distorsionado.


Quiero decir, que nuestra facultad perceptiva es siempre subjetiva, personal, parcial, comparativa, histórica, aprendida .... que lo que real y objetivamente vemos nada tiene que ver con lo que percibimos.


El trabajito de nuestra neurobiología y de nuestra psique es responsable de las "incorcordancias" entre la percepción y la realidad. Sin embargo, creemos, pensamos, reflexionamos, delucidamos y vivimos creyendo a "pies juntillas" que nuestra percepción es la realidad, aunque sabemos que la capacidad objetiva de análisis de nuestra inteligencia queda siempre empañada porque nuestra neurobiología domina nuestras facultades perceptivas.


El inconsciente, el deseo, el conocimiento, el feeling, la piel, el pasado, las circunstancias, el lugar y el momento nos ponen unas "gafas" que nos hacen ver apariencia de realidad en una imagen distorsionada. A pesar de ello, también es cierto que tenemos "flashes de lucidez" en los que vislumbramos la distorsión de las imagenes.


Hace unos dias quise reflejar "mi imagen". Distorsionada y con flashes de lucidez. Consciente y feliz con ella.


Y como una vez escribe en mi viejo blogg:


Si por vivir todo lo bueno tengo que vivir ahora todo lo malo,

no renuncio a nada de lo malo para no perder nada de lo bueno que viví contigo.