Das lo que tienes para dar...

Pierdo la alegría, pierdo la conexión con el Amor cuando no pongo Amor como gasolina del motor de acción de mi comportamiento.

Me ofusco y exijo respuestas en otros, pongo condiciones para dar mi amor, dejo de entregarme porque no responden como yo quiero que lo hagan, gran equivocación que yo soy la primera en pagar, alejándome del Amor.

Los demás se comportan, y así debe ser, como mejor creen que deben hacerlo.

Nuestra alegría es el conocimiento de la Verdad, de nuestra verdad y su aceptación, si actuamos de acuerdo a ella por mucho que el mundo se ofusque y nos exija estaremos felices y tranquilos.

Si actuamos a sabiendas de no estar en la Verdad sufrimos la desazón de querer engañar a quien no podemos engañar: nuestra conciencia, nuestra verdad y vivimos, aún a veces sin saberlo, en la angustia de la lejanía del Amor.

Pero ninguno puede dictar la verdad del otro, nadie puede actuar como "mi conciencia", mi verdad no es tu verdad, aunque sea la misma Verdad.

Y mis "exigencias", no son más que mi falta de Caridad, mi falta de Amor para con otros que solo sirve para alejarlos de la Verdad, de su verdad, para alejarlos del Amor.

Cada uno da lo que tiene para dar... maldad, bondad, orgullo, sabiduría, tristeza, alegría, trabajo, simpatía,… quien tiene pan no puede dar nueces.

Ese es mi reto, dar Amor porque solo Amor tenga para dar...

¿Que si te quiero...?

La verdad es que hace mucho que deje de quererte,
hace mucho que deje de desearte, de amarte...

tópicos que perdieron su sentido
para expresar mis sentimientos hacia tí...

porque pase a AMARTE con mayúsculas,
Amarte en Entrega total,
que es cuando Amar es querer
y procurar solo el bien del otro.

No, no te quiero mi vida, te Amo.

Emaus

No me vale pasar el tiempo urgiendo grandes e importantes estrategias para mejor transmitir el mensaje maravilloso de Jesús: el Amor.

Ya no quiero estar más tiempo tranquilizando la conciencia solo por tramar geniales proyectos que se pierden como globos de gas en el aire.

Quiero seguir caminando por la senda que vaya apareciendo delante de mí, pero con la mirada fija en el Amor y la Bondad. Caminar al lado de cuantos se cruzan en mi vida, intentando ayudar a que también ellos encuentren la seguridad, la confianza de que todo es posible y feliz en el Amor.

Dar compañía, compartir angustias, penas, alegrías, hacer ameno el camino. Preguntar y escuchar, exponer nuestras inquietudes, responder según nosotros hemos vislumbrado el Amor y la Bondad. Callar, escuchar, esperar, escuchar y esperar, esperar y esperar, esperar siempre.

Pero caminar acompañando es difícil, no resulta gratificante. Es vivir en tercera persona. Es más fácil y grato para nuestro ego caminar siendo el guía, marcando la ruta y las pausas, siendo el jefe, el monitor, el animador, el caminante, el lazarillo y hasta el camino...

Este año hicimos el camino de Emaus. Pero solo si conseguimos "caminar" acompañando a todos aquellos con los que compartimos vida llegaremos con ellos a Emaus, y partiremos el Pan juntos, y también ellos harán su camino de vuelta para contar y vivir su experiencia de Emaus.

¿En qué crees que la mayoría de la gente gasta su vida?
¡En impresionar a otros!
En asegurarse que no son criticados y en obtener autoafirmación.

Me pregunto cuántos son los seres humanos que no están obsesionados con esto durante las veinticuatro horas del día, consciente o inconscientemente. Muy pocos.

Resultado: muy poca gente vive.

Qué significa vivir como un rey? ¿Sabes lo que los necios piensan que eso significa? (y el mundo está lleno de ellos, créeme).¡Necios! ¿Sabes lo que ellos creen que eso significa? Significa ser guapos, delgados, jóvenes, trasladarse en coches de lujo, recibiendo las cortesías y el saludo de todos... Creen que significa tener poder sobre la gente... Creen que eso significa vivir como un rey.

Pero... ¡Están aterrorizados! ¡Míralos y te darás cuenta en seguida!¡Tienen miedo!

¿Sabes por qué tienen miedo? Porque quieren poder; porque quieren prestigio, quieren una reputación... y saben que son valores efímeros, que se le escurren entre los dedos en cuanto los perciben. No viven como reyes.

Yo te diré qué significa "vivir como un rey" : no saber en absoluto de ansiedades, de conflictos internos, vivir sin tensiones, sin presiones, sin desconcierto, sin congoja. ¿Qué queda entonces? Felicidad pura, sin diluir.

Cuando la mente no está obstruida, por cosas y "valores" perecederos... el resultado es la verdad; y cuando el corazón no está obstruido, el resultado es la dicha y el amor.

Pero tu quieres ser "especial", quieres tus pequeñas pertenencias, las pequeñas satisfacciones para tu ego, las pequeñas cosas que la sociedad te ha enseñado que son esenciales para la felicidad. Las pequeñas cosas que te hacen pequeño... Son falsedades.

¿Por qué no aprendemos? ¡Oh, no, no! Tenemos que vivir en la ilusión. Uno se siente bien; uno se siente estimulado, ilusionado. ¿No es cierto?

A mí me estimula. Queremos estímulos; no queremos la felicidad. Queremos emociones.

CREEME, EN EL MOMENTO EN QUE TE ATREVAS A EXPONERTE -AUNQUE SEA DURANTE DOS SEGUNDOS- A LA VERDAD, ESTARÁS "PERDIDO".

Porque si la vislumbras aunque sea una vez, algo en ti te volverá a llevar hacia ella. Hacia la VERDAD.

Ojala la encuentres alguna vez en tu vida... solo entonces sabras conservarla y sabras ser feliz con lo que tienes... ¡que es mucho!

Querer no es Amar

Lo que quieres, quieres poseerlo.
Quieres que te correspondan en la misma medida que tu quieres.
Es un trueque de sentimientos.
Yo te doy si tu me das.
Y si tu no me das yo ya no quiero darte.

Amar es regalar mi sentimiento, sin mas.
Regalar en el estricto sentido de la palabra.
Dar sin esperar nada a cambio.

Eso no significa que no tienten los celos,
el sentido de posesión, el pasado y la incertidumbre del futuro.
Tentaciones que se derrumban ante la realidad.

El Amor desea ser correspondido, pero no exige ser correspondido para entregarse.
Se entrega sin condiciones y sin reparos.

Acepta la libertad del otro sin reservas.
Trabaja solo a su favor.
No tiene la necesidad de ser coherente.
No tiene la necesidad de justificarse.

Simplemente Amas.
Y en ese Amar encuentras la recompensa.

Nos montamos una identidad falsa para ser aceptados

Ademas de las frustraciones inherentes a la educación,
solemos creer que no somos valiosos o dignos de ser amados tal como somos,
así nos montamos una identidad para ser aceptados y queridos por los demás.

Creamos una personalidad para conseguir el amor de los padres, del entorno social,
de la pareja, en función de cómo veamos que éstos nos quieren más.

Una mascara con la que nos identificamos y que nos sirve para funcionar,
para que nos quieran.
Es algo inventado que nos hace sufrir, porque nos exige responder de acuerdo a ella.

Una relación intima es la ocasión para librarnos de estas mascaras.

Si para estar con otro tengo que renunciar a ser yo mismo, la cosa no va a funcionar.
Esa es premisa esencial para llegar a tener una pareja feliz.
De otro modo, en nuestro intento de decir no al dolor, decimos no al amor.

Perder el miedo a la entrega real de nuestra persona es un camino largo y difícil,
pero es el camino de la vida.

Cuando deseamos a un ser concreto, con defectos y virtudes, y ese otro está presente, es hermoso.
Cuando solo tenemos presente un engaño el dolor es más insoportable que cualquier otro sufrimiento.

Por ese dolor, frenamos la tentación de ser espontáneos y buscamos vidas seguras encerradas en una vieja personalidad fingida y estructurada.

No podemos vivir siempre en carne viva, pero vivir encerrados en una identidad creada sobre conceptos "correctos políticamente" pero no sentidos realmente y querer mantenerlos, aun a costa de nuestra felicidad, en aras de una "seguridad" aburrida y angustiosa, es perder el momento vital presente, que es el único real, por un pasado que es historia o por un futuro que no sabes si llegara.